jueves, 18 de agosto de 2011



A proposito: si alguna vez cometo un asesinato en serio... Tengan en cuenta el si. 
El motivo debería ser algo mas importante que lo ocurrido con ella. Tengan muy en cuenta que entonces yo era mas bien inepto. Si me llevan a la muerte, recuerden, cuando lo hagan, que solo un arrebato de locura podría darme la fuerza bruta para comportarme como una bestia.  (Es posible que esto pueda corregirse para expresarlo mejor.)
A veces intento cometer un asesinato en sueños.
Pero, ¿saben ustedes que pasa? Por ejemplo, tengo un fusil. Por ejemplo, apunto contra un enemigo que trata de seguirme la corriente, con mucha educación, y se muestra quietamente interesado.
Oh, aprieto el gatillo, sin duda, pero las balas caen blandamente al suelo, una tras otra, desde el tímido cañon.
En esos sueños, mi única preocupación es ocultar el fracaso a mi enemigo, que se aburre cada vez mas.


sábado, 13 de agosto de 2011

Capitulo Final.

Probablemente, iba a tener otro colapso nervioso si me quedaba en esa casa, sometido a la tensión de esta intolerable tentación, junto a mi amada -mi amada-, mi vida y mi prometida. Que me transformaba cuando estaba cerca. Que yo creía ser una persona convencida el resto de los días pero que ella lo destruía todo con su simple presencia. Su simple presencia. ¿La madre naturaleza la habrá iniciado ya en el Misterio de la Menarquia?  Ese algo en el aire. El mes. La mala semana. Tener visitas. Fingir.  El minúsculo chiflado en su celda acolchada.

Pero tu pedastal se convirtió en cenizas. Lo vi con mis propios ojos, era real. Ya todo era real. Había dejado de ser una fantasia que me consumia por dentro. Y cuando lo vi, la careta que yo te había creado rota en el piso, cuando finalmente vi el pedastal hecho cenizas... En mis adentros destape una botella de champaña. Festeje, en mi soledad conmigo. Porque volví, abri los ojos y volví a ser yo.

 Fue simplemente hermoso y una completa liberación.



jueves, 4 de agosto de 2011

Mi Lolita

...
No debe asombrar, pues, que mi vida adulta, durante el periodo europeo de mi existencia, resultara monstruosamente doble. Para cualquier observador exterior, mantenía las relaciones llamadas normales con cierto numero de mujeres terrenales, provistas de pechos que parecían peras o calabazas;
pero, en secreto, me consumía en un horno infernal de reconcentrada lujuria por cada nínfula que encontrada, pero a la cual no me atrevía a acercarme, pues era un pusilánime respetuoso de la ley.
Las hembras humanas que me era permitido utilizar no servían mas que como agentes paliativos. Estoy convencido de que las sensaciones provocadas en mi por la fornicación natural eran muy semejantes a las sentidas por los machos adultos normales cuando copulan con sus cónyuges adultas normales siguiendo ese ritmo que sacude al mundo.
Lo malo era que esos caballeros no habían tenido vislumbres de un deleite incomparablemente mas punzante, y yo si... La mas débil de las fantasías que conducían a mis poluciones era mil veces mas deslumbrante que cualquier adulterio imaginado por el escritor de genio mas viril o por el impotente mas talentoso. Mi mundo estaba escindido. No percibía un sexo, sino dos, y ninguno de ellos era el mio.
El anatomista los habría declarado femeninos a ambos. Pero para mi, a través del prisma de mis sentidos eran tan diferentes como el día y la noche. Ahora puedo razonar sobre todo esto. En aquel entonces, y hasta por lo menos los treinta y cinco años, no comprendí tan claramente mis angustias. Mientras mi cuerpo sabia que anhelaba, mi espíritu rechazaba lo que tan clamorosamente me pedía.
Tan pronto como me sentía avergonzado y atemorizado como me embargaba un infundado optimismo. Los tabúes me estrangulaban. Los psicoanalistas me cortejaban ofreciéndome pseudoliberaciones y pseudolibidos.
El hecho de que para mi los únicos objetos de estremecimiento amoroso fueran hermanas de Annabel, sus doncellas y damas de honor, me parecía como un pronostico de demencia. ...

Midnight In Paris

All men fear death. It's a natural fear that consumes us all.
We fear death because we feel that we haven't loved well enough or loved at all, which ultimately are one and the same. However, when you make love with a truly great woman, one that deserves the utmost respect in this world and one that makes you feel truly powerful, that fear of death completely disappears.
Because when you are sharing your body and heart with a great woman the world fades away. You two are the only ones in the entire universe.
You conquer what most lesser men have never conquered before, you have conquered a great woman's heart, the most vulnerable thing she can offer to another. Death no longer lingers in the mind. Fear no longer clouds your heart. Only passion for living, and for loving, become your sole reality. This is no easy task for it takes insurmountable courage. But remember this, for that moment when you are making love with a woman of true greatness you will feel immortal.